miércoles, 17 de noviembre de 2010

No hay dos sin tres.

Hoy me he tomado fiesta de cualquier actividad física o mental. Así que para celebrarlo, me he puesto un mojito y he abierto la sombrilla, eso sí, dentro de casa, que fuera no apetece, a ver si entre pitos y flautas recupero el hábito de escribir sandeces, porque de tanto dialogar con moscas espantadas de algún rabo que pasta en las inmediaciones, creo que se me ha puesto un humor "de perros", como los de la entrada anterior.
Serán cabrones.
Hace dos días que no voy a inglés. Y no es por no ir, que si hay que ir se va. Pero es que tengo una profesora que no tiene nada que envidiar a Janis Joplin y qué quieres que te diga, hoy no tengo el cuerpo de reagge, o como quiera que se escriba. Así que he decidido quedarme a buen recaudo, a ver si si ordeno un poco mis ideas.
Hoy me han dado otro NO. Profesionalmente hablando claro. Yo quiero pensar que me paso de completa, así que estoy pensando en hacerme el "hara-kiri" en la pierna izquierda, a ver si así doy un poquito de pena y les da por darme algún quehacer con el que matar el rato.
Ya voy por el segundo mojito y parece que veo menos cabrones. ¿La yerbabuena se fuma? Por economizar, digo.

No hago otra cosa que leer. A lo mejor eso tiene algo que ver con que ya no soy católica, vivo en un retiro físico y espiritual y estoy de todo hasta los cojones. Si ya lo sabía Benito; no, San Benito no, Benito Mussolini, que ése sí que es famoso de verdad, no como otros. A lo que iba, él ya sabía que lo mejor es tener al pueblo con encefalograma plano y el que no quiera pasar por el aro, que arrée  al paredón. Así. Sin más. Si es que, ¡me cago en la madre que parió a Faraón!.

Tengo unas humedades en la pared que han derivado en hongos. Hijos de puta. Son como tortillas de cuatro huevos pero verdes. Y hacen familias. Los hongos, no los huevos. Así que han decido colonizar la pared de mi salón, a ver si en una de éstas llegan a Ámerica. Y mientras a mí que me den. Como me toquen la moral, me tiro al Atlántico y llego a América nadando. Para que vean lo que son huevos de verdad.

Hace un frío... mi lencería fina consiste en una bata con estampado "leñador". De felpa. Gorda. Doy fe. Entre mi facha y los hongos de la caverna, estoy por avisar al National Geographic, a ver si vienen a hacer un reportaje y me largan unos duros.

En fin, que ahí queda eso. Y el que tenga algo que decir, que tire la primera piedra.

Y con esto y un bizcocho...

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