miércoles, 16 de marzo de 2011

Magnifique!

Los grandes placeres están en las pequeñas cosas.
He venido a mi casa. A la que ha sido mía durante más de dieciocho años. De visitante. Unos días. Y ha sido magnífico.
Magnífico porque no hay nada como los padres de uno, como el calor de hogar y la cocina materna. Como el olor de las sábanas, que te invitan a un reposo profundo y repelen la "duerme-vela".
Magnífico porque las digestiones se hacen mejor con discusión de sobremesa paterna. Desde diferentes perspectivas pero alcanzando afinidades.
Es magnífico estar en casa. Comer un trozo de queso y tomarse un vino. Pasear por las calles de tu ciudad, que sin duda es la más hermosa, la mejor construída y donde hace mejor tiempo. Será que una está adaptada el entorno. Será que de visita, sólo te quedas con lo sabroso. Será que como conoces, ya vas a lo que hay que ir, a comerte la guinda del pastel, que para eso la experiencia es un grado. Que para eso es tu tierra, tu gente y tu casa.

Es absolutamente magnífico, poder volver.
Çe magnifique!

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