cayendo sobre mí en un golpe seco.
Embarcada en un viaje sideral,
masticando distancias,
recluída en recuerdos,
se consumen las horas, yermas.
Sucede que los minutos vuelan lo que las hojas en el viento,
que ulula sordo y me susurra, sin receso, palabras huecas.
Como piedras.
Como golpes secos.
