domingo, 7 de julio de 2013

Esa tarde.

Cae la tarde a tus pies desfallecida,
con el sabor del último beso en el fondo de la boca,
con la huella de tu mano en mi espalda,
en un vaivén de cuerpos estremecidos.

Cae la tarde con tu despedida,
crepúsculo de un día largo que viví y reviví contigo,
con el saber de un adiós finito que se repetirá el próximo verano,
con la duda de si seremos nosotros,
o solo tú y yo,
o si seremos otros.

Cae la tarde rendida ante tu intensa mirada.
Concedámosle un último baile.