jueves, 7 de julio de 2011

Acróstico

Fuente de turbidez,
        de la que bebes esquivo.

Es el saber,
       quien hará de tu muerte un ente agradable.

Laudo justo como el mar,
       que aprisiona los secretos del marino.

Impetuoso camino a la senectud ya resquebrajado
       por la quietud de siglos.

Perdona si me duele la tinta que mi mano sangra.

Es que estar sin tí,
       es como escribir sonetos en el viento.